aquella alma vil, carente de todo temor hacia lo desconocido... hacia lo sagrado...
el profanador de tumbas le llamaban... nadie lo conocía, pero todos sabían de el...
se ignoraba el motivo de aquellas profanaciones, puesto que los cadáveres arrebatados de sus fosas, volvían a aparecer en su lugar después de algunas lunas, sin rastro alguno de daño... como si jamas hubiesen sido removidos...
sin fin de leyendas, circundaban al rededor de este misterioso ser y sus aberrantes profanaciones...
mas la verdad, solo es una... y yo os la contare...